Miércoles, 27 Febrero 2019 21:20

Construyendo el valor paisajístico del campus de la Universidad de Ibagué

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El campus de la Universidad de Ibagué se enfrenta a un proceso de planeación a futuro para la expansión de su planta física. Por tanto, dicho campus ha venido siendo intervenido con algunas construcciones temporales que posteriormente han terminado siendo definitivas en la Universidad; situación que también se presenta con intervenciones menores como la jardinería, los pisos y el equipamiento del espacio público.

La ejecución de estas costosas, y en algunos casos, deficientes modificaciones, ha tenido graves consecuencias para el entorno natural del campus pues se han deteriorado, destruido y perjudicado los ecosistemas existentes en la Universidad. Las causas de esta problemática radican en el poco conocimiento sobre el manejo de la flora y de los materiales apropiados para un diseño paisajístico de calidad, acorde con el entorno natural y, principalmente, en la falta de una adecuada planeación, ejecución y conocimiento por parte de quienes hacen este tipo de obras, así como la ausencia de consulta previa a investigadores y especialistas de la Universidad en materia de preservación de los recursos naturales y su valor paisajístico.

 

Adicionalmente, resulta fundamental, resolver la política ambiental y de ordenamiento de la Universidad, pues le da la espalda al recurso hídrico de la quebrada que bordea el límite norte del campus, desaprovechando los valores paisajísticos y funcionales de su entorno.

 

 

En esta zona de alta fragilidad, el uso por tránsito de personal de la Universidad, carente de infraestructura diseñada para tal fin, evidencia de forma crítica la situación del bajo relevo sucesional de las especies arbóreas excepcionales como el caracolí (Anacardium excelsum) y el cedro negro (Juglans neotropica), lo cual compromete no solo la calidad escénico-paisajística del campus, sino también su integridad ecológica, lo cual demanda un proceso de diseminación de especies exóticas nativas de manera imperante e inaplazable.

Así pues, se hace necesario preservar la biodiversidad del campus de la Universidad de Ibagué. Sin embargo, dado que se carece de un Plan de Manejo Ambiental, que regule mediante lineamientos de manejo idóneo de las zonas de uso común, resulta pertinente preguntarse si es factible contar, de forma previa, al menos con un documento técnico de referencia, que establezca parámetros de diseño de jardines y espacios comunes entre edificaciones para las actividades y usos sostenibles en áreas de protección y conservación; que constituya el aprovechamiento y manejo de los recursos propios, y finalmente defina las condiciones para la preservación de los ecosistemas del campus de la Universidad.

Con todo esto, también valdría plantearse qué innovaciones son necesarias para adaptar los requerimientos específicos del manejo de paisaje y de las zonas de protección de un campus, a partir del caso concreto de la Universidad de Ibagué.

 



 
El valor paisajístico del bosque tropical del campus

Contemporáneamente, han surgido múltiples paradigmas, teorías, ensayos y posturas en torno a la realidad ecológica, su capacidad de adaptación al cambio climático y la importancia real de los escenarios naturales en un entorno urbanizado en auge y en desarrollo, que cada vez demanda más superficie para subsanar las necesidades propias de su crecimiento.

Ante esta situación, resulta indispensable abanderar la defensa de los relictos boscosos, de los bosques urbanos, de los parques, incluso de los antejardines; que poco a poco han ido desapareciendo de nuestras sociedades. La connotación negativa en la que se han ido suscribiendo las áreas verdes, han conducido a un proceso de degradación progresiva del entorno, y a una disminución evidente y latente de la calidad de vida de las personas y los seres con que se convive.

 

La conservación de las plantas, garantiza el mantenimiento de procesos fundamentales como el ciclo hídrico, la captura de dióxido, entre otros. 

 

 

Es por ello que no se puede hablar de sociedades humanas sin relacionarlas con las plantas, puesto que ellas han sido de manera directa e indirecta la fuente que ha permitido gran parte de este desarrollo. En 2001, Colombia publicó la Estrategia Nacional para la Conservación de Plantas (Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt), como un instrumento de gestión que fortalezca la implementación de los diversos marcos normativos relacionados con la preservación de nuestra diversidad de plantas y su articulación con la Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos.

Sin embargo, al no contarse con una referencia científica que clarifique y defina los valores paisajísticos y ecosistémicos para el manejo de los recursos naturales del campus de la Universidad, existe un riesgo alto de vulnerar su integridad y comprometer la idoneidad ecosistémica hoy existente. La fragilidad paisajística que se vincula a este escenario se incrementa, debido a las intervenciones y acciones que se han presentado en el campus y aquellas que se presentan ante las actividades diarias de la universidad, que por desconocimiento, tienen alta factibilidad de degradar el entorno.

Las herramientas de manejo del paisaje (HMP) para la conservación de la biodiversidad en paisajes transformados, se definen como “los elementos del paisaje que constituyen o mejoran el hábitat, incrementan la conectividad funcional o cumplen simultáneamente con estas funciones para la biodiversidad nativa” (López, 2012, p. 3). Las HMP pueden cumplir ya sea una o múltiples funciones en el campus y su paisaje como lo son, según (Lozano, y otros, 2009, p. 23):

  1. Reducir la presión a los parches de bosque; mediante el reordenamiento en la finca incorporando recursos como madera y leña en elementos del paisaje por fuera de los hábitats naturales, con esta función se encuentran sistemas silvopastoriles, sistemas agroforestales, cercas vivas, árboles dispersos en potreros, entre otras.
  2. Contribuir a la protección de hábitats y la regulación hídrica; como los cerramientos de nacimientos, la ampliación, los cerramientos y enriquecimientos de cañadas y parches de bosque, los enriquecimientos de bosques con especies nativas del bosque maduro, la revegetalización de zonas liberadas con una alta diversidad de especies nativas, entre otras.
  3. Incrementar la conectividad de los elementos del paisaje; como los corredores biológicos que unen parches de bosque, corredores biológicos a través de la ampliación o revegetalización de cañadas, las cercas vivas mixtas que conecten parches de bosque o cañadas, siembra de árboles nativos dispersos en potreros, entre otros.

 

Acerca de los indicadores globales de sostenibilidad en los campus

En el mundo actual, existe una integración y posicionamiento a nivel de conservación de la biodiversidad de los campus universitarios en el mundo. El estado de arte en la materia está medido y analizado por medio de la red UIGreenMetric.  Esta red, mejor conocida como UI GreenMetric World University Ranking, mide los esfuerzos de sostenibilidad de los campus.

La necesidad por estudiar las estructuras ecológicas propias de los campus universitarios nace después de buscar potenciar sus valores estéticos inicialmente. En el mundo, se han avanzado en muchos estudios que parten de la caracterización e identificación de los valores puntuales que componen su paisaje, naciendo usualmente de un inventario y posterior caracterización.

Los avances hechos en campus como el de la Universidad Nacional, sede Medellín, la Universidad Autónoma de Occidente y el Programa Campus Sostenible, los programas de gestión ambiental de la UIS, la UTP, y la Universidad del Rosario, han aportado en la publicación de varios libros que son fuente de consulta indispensable en la formación de paisajistas, ingenieros forestales e instituciones público-privadas que intervienen la silvicultura urbana de la ciudad y son referentes muy pertinentes a la hora de proponer o trabajar el escenario urbano.


Recomendaciones para la valoración paisajística del campus

Siendo este primer avance indispensable para el posterior desarrollo de propuestas paisajísticas, se propone continuar con las lecturas científicas existentes en la Universidad, y elaborar una zonificación. Ante este primer ejercicio, la comunidad universitaria y la toma de decisiones frente a las intervenciones, puede estar en condiciones para la sensibilización y la comprensión de la importancia de la participación de la comunidad, en la cadena ecológica que compromete la estabilidad del campus.

Asimismo, debido a que la Universidad de Ibagué está en un proceso de desarrollo de un proyecto estratégico para atender sus necesidades de expansión a futuro, es pertinente precisar las áreas de preservación ecológica,  no edificables, es decir, de protección, como insumo previo a ante la inminencia de un plan o ejecución de crecimiento de la planta física.

 

Referencias bibliográficas

Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. (2001). Estrategia Nacional para la Conservación de Plantas. (C. Samper, & M. García, Edits.) Villa de Leyva, Boyacá, Colombia: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
López, A. M. (2012). Herramientas de manejo del paisaje para la conservación de la biodiversidad. Manizales, Caldas, Colombia: Cenicafé.
Lozano, F., Vargas, A., Mendoza, A., Vargas, W., Renjifo, L., Jiménez, E., y otros. (2009). Planeación del paisaje rural: un aporte metodológico para la conservación de la biodiversidad. En F. Lozano (Ed.), Herramientas de manejo para la conservación de biodiversidad de paisajes rurales (págs. 13-28). Bogotá DC, Colombia: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).

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