En febrero del año 2013 decidí iniciar mi proceso de formación profesional en el programa de Derecho de la universidad de Ibagué, destacado por su excelencia, su visión especial ante el desarrollo regional y por su característica en la práctica jurídica al tener un Consultorio Jurídico itinerante. Cuando tomé la decisión de cursar la carrera de Derecho me impulsó hacerlo en Unibagué porque tiene un perfil profesional y ocupacional bien estructurado y, sumado a esto, le permite a los estudiantes de los últimos semestres realizar un servicio a la comunidad para poder ampliar y adquirir nuevas aptitudes y destrezas obtenidas durante su formación.
Ahora como egresada puedo aseverar que la facultad de Derecho y Ciencias Políticas cuenta con un excelente programa académico, que me permitió obtener los conocimientos y habilidades que ayudarían a mi desempeño, al momento de iniciar mi práctica jurídica en el Consultorio Jurídico y Centro de Conciliación,en el año 2017 semestre A. Luego, gracias a la experiencia adquirida en el Consultorio Jurídico I tomé la decisión de postularme como monitor alumno para el semestre B de ese mismo año, siendo elegida en el área de derecho privado.
Debo resaltar que este cargo permite a los estudiantes adscritos a la práctica jurídica adquirir una mayor responsabilidad, en razón a que al momento de su posesión se comprometen a brindar asesoría permanente, llevar un control de las diligencias o trámites judiciales o administrativos, verificar la excelente atención a nuestros usuarios, y a su vez, asistir a capacitaciones y brigadas. Lo anterior, posibilita formar de manera integral a quienes deciden asumir este cargo,en razón a que tienen la función de trabajar como mano derecha del abogado que los nombró, y ser un ejemplo para los demás alumnos durante el semestre. Además, especialmente, incentiva a los miembros de la comunidad estudiantil a postularse cada semestre para este puesto.
En realidad, el trabajo del estudiante va más allá de lo mencionado anteriormente, pues en las brigadas de atención realizadas en Ibagué y en los municipios al sur del Tolima sebrinda asesoría a quienes más lo necesitan. Gracias a la interacción con las comunidades, comprendí problemáticas del Departamento; de lo contrario, no habría podido analizar lo que estaban regulando algunas normas relacionadas con víctimas.
Con certeza, el contacto con las comunidades es una labor permanente durante toda la práctica jurídica, actividad que después me motivó a presentarme a la convocatoria de monitor judicante en el año 2018, para poder cumplir una opción de grado. Por supuesto, esto implicó un compromiso mayor, porque fue la oportunidad para acercarnos al ejercicio de la docencia, con la ayuda del abogado que nos designó en calidad de judicantes. Una de las cosas más importantes que me enseñó esta institución educativa fue a ser más exigente conmigo misma.
Gracias al conocimiento brindado, logré liderar un proyecto social dedicado a los estudiantes de los últimos años de bachillerato de las instituciones educativas de Ibagué;y, en compañía de tres compañeros judicantes de las áreas de derecho laboral, penal y civil, nos acercamos a la comunidad con asesoría y orientación jurídica en asuntos de su entorno académico, familiar y social.
En fin, considero que nuestra formación ha sido trascendental, puesel desarrollo ha sido a nivel profesional y, principalmente, personal. El Consultorio Jurídico y Centro de Conciliación nos ha permitido comprender nuestra realidad, nos ha formado como abogados sólidos en conocimientos, valores ynos ha formado personas capaces de asumir un liderazgo responsable. Aunque existan varias universidades con esta carrera profesional, la nuestra siempre ha tenido una visión especial. Por esta razón nuestro programa cuenta con acreditación en alta calidad, la cual ha sido otorgada en dos oportunidades de manera sucesiva,permitiendo que todos los egresados se lleven una excelente experiencia acompañada de mucho conocimiento.
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