La biodiversidad es la variedad en el interior del mundo viviente y puede expresarse según genes, especies, poblaciones, comunidades y ecosistemas; su dimensión abarca más allá de la abundancia y heterogeneidad de flora y fauna, y trasciende la multiplicidad de formas con diversas expresiones de vida. A su vez, la biodiversidad es capaz de proveer bienes y servicios ambientales que han permitido el desarrollo y solvencia de procesos humanos, diseñados para satisfacer necesidades vitales como el transporte o la alimentación; sin embargo, el aprovechamiento desmedido de la biodiversidad ha generado consecuencias adversas que diezman su potencial y lo que le constituye. Por ello, se requiere estar innovando y optimizando procesos y tecnologías para que la dependencia a la biodiversidad se regule en actividades como obtención de combustibles, elaboración de medicinas, entre otros; además, el constante progreso de los estudios a la biodiversidad, han sido muestras fervientes del potencial oferente para avances en el cuidado de la salud, la agricultura y la biotecnología.

Colombia hace parte del sistema montañoso de los Andes que abarca gran parte del continente suramericano, cuya composición florística y faunística son producto de diversos factores que han interactuado a través del tiempo, dando como resultado, la formación de zonas de vida distribuidas en selvas, páramos, pastizales, matorrales y bosques, los cuales se establecen según el gradiente altitudinal en el cual se encuentren. Particularmente en los bosques, la diversidad es significativamente amplia y ofrecen un espacio adecuado para el desarrollo de procesos vitales e interacciones naturales entre los elementos que constituyen su biodiversidad. Dentro de su magna variedad, los líquenes cuentan con condiciones que permiten su desarrollo parcialmente en ecosistemas que van desde los desiertos cálido y helado, hasta los bosques lluviosos y ambientes acuáticos marinos.

Los líquenes son una asociación simbiótica entre un hongo (denominado micobionte, el cual puede ser un ascomiceto o un basidiomiceto) y uno o más organismos fotosintéticos (fotobionte, el cual frecuentemente es un alga verde y/o una cianobacteria). Entre los componentes de los líquenes y el ambiente, se mantiene un flujo de agua, carbono, nitrógeno y otros elementos esenciales, lo que indica que se produce una interacción mutualista, es decir, un beneficio mutuo. Adicionalmente, los líquenes se convierten en patrones importantes al ser vulnerables al ambiente, por tal motivo, son organismos bioindicadores que reaccionan frente a distintos niveles de alteración del medio, contaminación y cambios climáticos. No obstante, las comunidades liquénicas no cuentan con una participación determinante en los ecosistemas forestales, pues no son productores primarios y no contribuyen a las cadenas tróficas ni a su estructura, sin embargo, estas comunidades se constituyen como el mejor elemento bioindicador de complejidad y grado de madurez de los ecosistemas.

Por otra parte, son organismos que aportan gran información de los principales factores ambientales como humedad, temperatura e iluminación, además, hacen parte de un  gran número de microambientes que se configuran en sistemas maduros. Inmerso en el  grupo de los líquenes, se encuentran los cortícolas que se desarrollan y establecen en la corteza de árboles pertenecientes a hábitats que cuentan con una heterogeneidad climática y una variada vegetación, pero debido a la rápida degradación de los bosques colombianos se está comprometiendo la continuidad de la comunidad liquénica.

La Universidad de Ibagué cuenta con un fragmento de bosque subandino denominado El Espejo ubicado a 1.120 msnm, enmarcado en el área de protección ambiental de la microcuenca de la quebrada Ambalá, perteneciente a la subcuenca del río Chipalo, en la zona urbana del municipio de Ibagué. Entre los meses de junio a diciembre de 2017 se realizó en este bosque el estudio de líquenes cortícolas, lo cual contribuye a la consolidación de datos que avalen su capacidad de adaptación, morfología e importancia para los procesos naturales del ecosistema, con un aporte al conocimiento de la riqueza y diversidad liquénica de la región Andina y al análisis del grado de asociación que las especies de líquenes pueden llegar a tener con las condiciones ambientales del bosque subandino.

Para este trabajo se seleccionaron cinco individuos de las cinco especies más abundantes en el remanente de bosque El Espejo (Anacardium excelsum-caracolí, Trichiliapallida-cedro macho, Cecropia angustifolia-yarumo, Guarea guidonia-cedro, Tetrorchidiumrubrivenium-arenillo). En cada forofito o árbol se tomaron datos de porcentaje de cobertura de cada especie de liquen presente y se evaluaron las preferencias microclimáticas (humedad relativa, temperatura e irradianza) y de micrositio (diámetro a la altura del pecho y pH).

Como resultados generales se encontró que la comunidad liquénica del bosque El Espejo registra una cobertura total de 11.724 cm², distribuida en ocho familias, catorce géneros y 21 especies de líquenes. Las especies más abundantes fueron Bacidiasp (3237cm²), Cryptotheciastriata (2082cm²), Leptogiumdiaphanum (1692 cm²), Herpothallonsp.2 (1570cm²), Cryptothecia sp.1 (836cm²), Physciasp.1 (696cm²), y Leptogiumsubmarginelum (333cm²), las cuales reunieron el 89 % de la cobertura registrada. En cuanto a las condiciones de micrositio y microclimáticas como factores determinantes para el establecimiento de las comunidades liquénicas, se encontró que los forófitos muestreados en promedio poseen un pH acido, buena penetración de luz, un diámetro y una temperatura superior a los 28C°, sin embargo, la humedad relativa no juega un papel determinante que pueda predecir una afectación positiva o negativa sobre las comunidades liquénicas.

Por todo lo anterior, es relevante concluir que las especies de líquenes encontradas y el número de cobertura registrada en el bosque subandino El Espejo representan una alta diversidad y un aporte taxonómico complementario para la región Andina y el departamento del Tolima. A pesar de que el área de estudio no es superior a una hectárea y que solo se tuvieron en cuenta 25 forofitos, lo reportado en esta investigación es una ventana para la profundización de estudios de comunidades liquénicas, teniendo en cuenta otras especies arbóreas, áreas verdes circundantes, diferentes gradientes altitudinales, entre otros aspectos ecológicos. Por otro lado, el bosque subandino El Espejo de la Universidad es un espacio que debe ser aprovechado para llevar a cabo investigaciones que abarquen toda su dimensión, por las características bióticas y abióticas que le permiten tener una biodiversidad destacada.

Referencias

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