El lenguaje y su posible evolución se sustentan en la herencia innata; es decir, cada ser humano nace dotado de una característica o un conjunto de ellas —susceptibles de modificación— que le permiten comunicarse y expresarse. Se parte de la base de una gramática generativa que modela tan solo el conocimiento que subyace en la capacidad humana de hablar y entender (Regader, s.f.). Esto es, según Chomsky (2015), que el lenguaje es producto de estructuras mentales congénitas compartidas por la humanidad.
Una de las principales ideas chomskianas es que la mayor parte del conocimiento relacionado con el lenguaje es connatural y que todas las lenguas están compuestas a partir de una serie de principios, que tan solo varían en ciertos parámetros. Estos principios pueden provenir de la educación, las enseñanzas familiares, el contacto con personas con otro idioma, la radicación en otro país, entre otras experiencias que pudieran transformar la lengua con la que el ser humano se comunica, en términos de sintaxis, vocabulario, etc. Por lo tanto, un bebé puede tener una gran expectativa acerca de la estructura del lenguaje en forma general y solamente necesita ajustarlo o estructurarlo, de acuerdo con el idioma que esté aprendiendo en su contexto inmediato.
Esa predisposición innata y heredada de imitación, de reacción vocal del niño y de producción vocal se convierte en una muestra de su facultad de lenguaje, a partir del cual, lenguaje y pensamiento empiezan a incrementar su vocabulario y lo establecen con base en tres síntomas u objetivos generales: lenguaje-pensamiento, primeras preguntas sobre objetos y la relación de estas dos últimas. Además, está el hecho de que, a los escolares, más que enseñarles el lenguaje les enseñan la escritura como un derivado, cuyo aprendizaje se basa en enormes esfuerzos de parte del educando y del maestro.
De tal manera que el descubrimiento pictográfico desde la edad más temprana conlleva a la connotación de la imagen y, posteriormente, al signo y a un descifre del mismo, como punto de partida hacia la escritura pictográfica. Como señala Regader (s.f.), Chomsky sustenta que los niños son capaces de aprender y asimilar estructuras comunicativas y lingüísticas a medida que van descubriendo el significado de imágenes y palabras; por lo tanto, y de acuerdo con lo estudiado en los postulados de Chomsky (2015), se puede asegurar que el desarrollo del lenguaje humano permite expresar ideas, informaciones y emociones, llevadas y procesadas al cerebro poco a poco y que más tarde se evidencian dentro de un grupo social, perfeccionando o descifrando su gramaticalidad en la educación.
Chomsky (2015) propone tres componentes en cuanto al desarrollo y funcionamiento del lenguaje: sintáctico, semántico y fonológico. Estos componentes que reflejan la importancia de elementos estructurales que ordenen el conocimiento que se obtenga del lenguaje en la vida diaria, en cuanto la comunicación entre hablante y oyente se hace más fluida, si los dos poseen conocimiento de las estructuras y reglas, pues finalmente el aprendizaje tradicional o conductista parece no ser suficiente.
De aquí la importancia de entender cómo se da el lenguaje en el ser humano, pues dentro del postulado de la gramática generativa —la teoría lingüística más importante e influyente de los últimos cincuenta años— se puede evidenciar, como lo señala Zambrano (2015), que la teoría de Chomsky de manera muy positiva favorece el desarrollo del lenguaje, en cuanto el niño aprende de su entorno la lengua, la cual mejora o modifica través del tiempo o la educación. Es así como la gramática generativa modela tan solo el conocimiento que subyace en la capacidad humana de hablar y entender.
Finalmente, es posible decir que la teoría chomskiana y su gramática generativa, también conocida en la actualidad como biolingüística, representan la revitalización de un campo de estudio afortunadamente interdisciplinar. Se trata del estudio del lenguaje natural desde una perspectiva biológica y evolutiva que se ocupa de un campo altamente interdisciplinario, puesto que engloba la lingüística, la biología, la neurociencia, la psicolingüística, la matemática, la genética y otras más de las que retoman aspectos semánticos y sintácticos para una mejor comunicación y desarrollo del lenguaje (Chomsky, 2015).
Referencias
Chomsky, N. (2015) Forma y función. Biolingüística y capacidad humana, 1(9), 57-71.
Regader, B. (s.f.). La teoría del desarrollo del lenguaje de Noam Chomsky. Recuperado de https://psicologiaymente.net/desarrollo/teoria-desarrollo-lenguaje-noam-chomsky
Zambrano, L. (16 de agosto de 2015). Psicolingüística y la teoría de la gramática de Chomsky. [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=z0nNTTxPVws
