Las elecciones regionales tienden a ser aquellos comicios en los que se lograría ver una mayor participación ciudadana en comparación con las elecciones nacionales en las que se eligen Presidente y Congreso de la República. Esta característica de la participación política en el país y especialmente en el Tolima, podría estar caracterizada por fenómenos electorales que pueden ser positivos –como el voto libre, consciente y/o ideológico por algún candidato con miras a mejorar las condiciones de la ciudad o departamento- o también podrían resultar siendo nocivos –como el clientelismo, la corrupción, fraude electoral, etc.- siendo aspectos más notorios y quizás más significativos para los colombianos.

Sin embargo, aunque el objetivo de esta nota no es profundizar en tales fenómenos negativos, sí es importante hacer mención de dicho comportamiento ciudadano para las elecciones regionales de este 2019, convirtiéndolas en una nueva oportunidad para elegir bien y a consciencia las condiciones generales de calidad de vida y bienestar ciudadano que queremos tener para la segunda década del siglo XXI.

Y es en este sentido de prospectiva -entendido en lo posible como la construcción de un mejor futuro por parte del ser humano, para lo cual éstos debe tomar decisiones acertadas en el momento correcto(Godet & Durance, 2007)- que como tolimenses e ibaguereños debemos reflexionar por el tipo de ciudad en el que queremos vivir y desarrollarnos humanamente. Actualmente, Colombia pasa por un hito significativo en su historia, que se constituye enuno de los intentos más fuertes por construir su paz y trascender hacia una sociedad más civilizada, más humana.

Lo anterior incluye entonces, de una forma muy relevante, la construcción de nuestra ciudad y de región en el marco de paz y desarrollo sostenible, unido también a los lineamientos de la comunidad internacional por promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas (Naciones Unidas, En línea). Es decir, los actuales candidatos a la alcaldía de Ibagué y a la gobernación del Tolima, y, posteriormente,los dirigentes electos, no pueden hacerse los de la vista gorda ante estos importantes temas que atañen profundamente a la convivencia ciudadana y aldesarrollo humano en la ciudad; por el contrario, dentro de sus propuestas en la campaña política y en los futuros planes de desarrollo, se debe hacer visible el proyecto de ciudad y departamento como modelos de paz, de instituciones sólidas y de sociedades justas.

Indudablemente, estos atributos, que pueden resultar siendo agradables para el ciudadano, probablemente tendrían que desarrollarse en tres líneas estratégicas interrelacionadas para su ejecución en el territorio. En primer lugar, la generación de oportunidades engloba el esfuerzo por una sociedad sin obstáculos para acceder al sistema educativo con enfoque de paz y calidad, con procesos transformativos de innovación que identifique las potencialidades de la región y su sociedad para brindar programas formativos flexibles con miras a la creación y/o generación de empleo digno y formal, que refuerce especialmente en la población joven una visión de ciudad como territorio de oportunidades y desarrollo humano, que afiance la decisión de quedarse en la región para contribuir a su desarrollo en vez de migrar a otras urbes.

Pero también, la generación de oportunidades debe ir de la mano con la recomposición del tejido social ibaguereño y tolimense; es decir, promover y garantizar la articulación social y las relaciones entre los individuos de la región y sus comunidades, con la estimulación de espacios de participación ciudadana para la creación de propuestas desde el territorio y minimizar así las acciones discriminativas, elitistas y de desconfianza. Es por ello que esta campaña electoral debe evitar los ataques personales y reforzar los discursos propositivos que no polaricen sino que cohesionen nuestra sociedad (Baños, En línea).

Adicional a esto, Ibagué y la región evidencian una significativa carencia de planificación urbana y preparación medioambiental, donde la ciudad no ha avanzado mucho en la preparación para el cambio climático y conservación del agua, lo que ha venido ocasionando conflictos principalmente sociales, económicos y políticos que son contraproducentes para una mejor calidad de vida, en términos de superación de la pobreza, disminución de la desigualdad, del desempleo y de la violencia, entendiendo los riesgos en seguridad que traeconsigo este periodo denominado posconflicto, especialmente en la región centro del Tolima o Provincia Ibagué(Hernández-Campos, Bermúdez, & Uribe, 2019).

En segundo lugar, se debe apostar por un gobierno municipal y departamental participativos que estén en constante interacción con las comunidades, para que desde una visión holística se comprendan las necesidades y/o carencias del territorio, e incluirlos en la construcción de propuestas y/o alternativas de solución con el propósito de consolidar los espacios democráticos, a partir de la estimulación delas acciones de gobernabilidad y el funcionamiento de la gobernanza, y contribuir de esta manera con elfortalecimiento delas instituciones regionales por medio de la confianza ciudadana, que es uno de los factores importantes a tener en cuenta en la ciudad, ante la baja credibilidad que, por ejemplo, se tiene frente a la labor del Concejo Municipal (Ibagué Cómo Vamos, 2018).

Por último, en tercer lugar, los candidatos políticos deben comprender la responsabilidad de recuperar las finanzas públicas de la ciudad y el departamento como una característica de la administración pública eficaz y eficiente, destinando los recursos para el fin que se requieren, que es para el beneficio de toda la población tolimense como base transversal para la garantía de una política social en torno a la paz.

Como conclusión, los ibaguereños y tolimenses debemos ser conscientes y responsables en las decisiones que tomemos como comunidad para el futuro de nuestra región, pensando no soloen nosotros, también en las generaciones futuras, teniendo en cuenta que esta ciudad y el Tolima están a cargo nuestro y no de unos pocos burócratas que probablemente llegaron a tales cargos públicos ofreciendo algún tipo de beneficio individual para su elección, pero que han actuado bajo intereses personales afectando negativamente el progreso de la región y obstaculizando el desarrollo del potencial humano de los habitantes en el Departamento. Por esto, y como lo indicaHoesung Lee (experto en economía del cambio climático) (Red de Periodistas por el Desarrollo Sostenible, 2017), como tolimenses no podemos ser miopes a la hora de elegir y decidir políticamente manteniendo así el statu quo, sino que debemos unirnos para encontrar soluciones reales y encaminarnos hacia una sociedad más justa y en paz.

<sup>Referencias

Baños, L. (En línea). Rehilando el tejido social para el postconflicto. Obtenido de sitio web de Observatorio de Construcción de Paz UJTL:

 https://www.utadeo.edu.co/es/link/observatorio-de-construccion-de-paz/117956/rehilando-el-tejido-social-para-el-postconflicto

Godet, M., & Durance, P. (2007). Prospectiva estratégica: problemas y métodos. Obtenido de sitio web de Archivos Cepal: https://archivo.cepal.org/pdfs/GuiaProspectiva/Godet2007.pdf

Hernández-Campos, A., Bermúdez, A., & Uribe, J. (2019). Poder y control en un corredor estratégico. Análisis del conflicto armado interno en la Provincia Ibagué, 1998-2016 . Ibagué, Tolima, Colombia: [En proceso de publicación] Ediciones Unibagué.

Ibagué Cómo Vamos. (2018). Encuesta de percepción ciudadana Ibagué 2018. Obtenido de sitio web de ICV:

https://ibaguecomovamos.org/presentacion-encuesta-de-percepcion-ciudadana-ibague-2018/

Naciones Unidas. (En línea). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenido de sitio web de UN: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/peace-justice/

Red de Periodistas por el Desarrollo Sostenible. (6 de Febrero de 2017). Paz y desarrollo sostenible. Obtenido de Sitio web de Comunicación Sostenible:

          http://www.comunicacionsostenible.co/site/paz-y-desarrollo-sostenible/</sup>