Martes, 03 Octubre 2017 19:34

La participación estudiantil

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Pensar a la Universidad como un espacio desde el cual se puede construir una sociedad más amplia e igualitaria, no pasa simplemente por una educación que pretenda que los estudiantes desarrollemos un paquete de competencias que hagan posible que transitemos de manera efectiva por el competitivo mundo del trabajo.

Si bien esto puede ser importante, es crucial que la universidad sirva como un espacio en el que se hagan visibles las diversas formas de ser que existen en una sociedad como la nuestra, y que a partir de allí sea posible repensar las relaciones que aparecen como naturales o ahistóricas y que, a final de cuentas, nos ubican en un lugar determinado en el mundo.

Creo entonces que encontrarnos en la  diversidad implica escucharnos, dialogar con diferentes voces que alberga el colectivo estudiantil y  aporta desde distintas aristas a la  construcción de la Universidad y la educación.

Es que los estudiantes somos un grupo heterogéneo en el que no todos son reconocidos, por ello es necesaria la creación de espacios de discusión y debate sobre los problemas que nos atañen. Consecuencia de esto podría ser la generación de una agenda con problemas de los estudiantes, una que refleje un rechazo a la típica idea que dicta que la institucionalidad es la que debe sumarnos a sus intereses, que rechace esa pasividad con la que se nos ha caracterizado, especialmente a los que pertenecemos a la Universidad de Ibagué.

Este trabajo se ha intentado realizar desde el Consejo de Representantes Estudiantiles (CRE), una instancia que un grupo de representantes estudiantiles creamos en el año 2016 para poder coordinar el trabajo de todos los representantes de la Universidad (de programa, facultad, académico, superior y fundadores). Algunos de los que asistimos a este Consejo pensamos que la figura del representante debe cambiar;en lugar de ser aquel que ofrece soluciones maravillosas a problemas que él mismo formula, debe ayudar a canalizar las diferentes ideas y demandas de los estudiantes para que actúen no soloen los espacios formales de toma de decisión sino en los espacios que los estudiantes gesten.

Son varios los obstáculos que se nos han presentado en este camino: desde el cansancio por los amplios debates para definir nuestra organización interna, la posición que debemos tomar frente a la institucionalidad y los métodos para desplegar nuestro actuar, pasando por la dificultad de coordinar y comunicar a un grupo grande de representantes, hasta ¿cómo no? La gran cantidad de tiempo que se requiere extra-clase para estos ejercicios.

A pesar de ello, muchos tenemos la confianza en que este proceso podría generar verdaderos espacios de participación, que acaben con la intermitencia que ha caracterizado a la representación estudiantil y la ausencia de visibilidad de las diferentes voces que sabemos que existen en el colectivo estudiantil. Personalmente, soy optimista pero consciente del reto que significa pensar a la Universidad como un espacio para hacer visible la diversidad, pues hay mucho por hacer. Y hay mucho por hacer no sólo desde el CRE sino desde los estudiantes mismos, aún más en un contexto en el que, por apatía o por ocupación, no hemos conseguido abrir espacios de discusión propios y visibles.

Visto 844 veces Modificado por última vez en Lunes, 12 Marzo 2018 17:03

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