Lunes, 03 Diciembre 2018 14:27

El Liderazgo comunitario como estrategia de desarrollo territorial

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La promoción de iniciativas de desarrollo es el resultado de la intervención de los actores locales de orden social, político y económico, quienes deciden articularse y promover de forma activa la búsqueda de soluciones compartidas a las problemáticas surgidas en su entorno. Los actores locales son, per se, actores sociales y, entre ellos, los más importantes en los procesos de cambio son los líderes comunitarios, pues, además de hacer parte de la comunidad, cuentan con su confianza, reconocimiento y respaldo. Asimismo, tienen la habilidad y capacidad para movilizar y representar a otros ante distintos interlocutores, generan y buscan espacios de concertación con los demás actores del desarrollo para exponer las problemáticas y necesidades locales en búsqueda de estrategias y alternativas de solución.

En la ciudad de Ibagué existe un vasto capital social de líderes comunitarios, quienes, día tras día, trabajan arduamente por el bienestar de su comunidad, dejando de lado cualquier tipo de interés particular, para impulsar acciones orientadas a promover desarrollo territorial. Una de las líderes más reconocidas en la ciudad es la señora Heddy Gómez Camacho, quien desde hace más de 60 años decidió dedicar su vida al trabajo social y comunitario, siempre teniendo como meta  la búsqueda  de unas mejores condiciones y calidad de vida para los habitantes de los barrios del sur de la capital tolimense.

 

Con 74 años de edad, doña Heddy, entre risas y recuerdos, nos cuenta que su trabajo con la comunidad lo inició desde los 16 años, cuando terminó tercero de bachillerato con énfasis en comercio.

 

Por aquella época, soñaba con estudiar derecho y jamás se imaginó que terminaría “comprometida y casada con las causas sociales” que la llevarían a convertirse en Comunera, Dignataria de la Junta de Acción Comunal del barrio Ricaurte, miembro y representante de distintas redes y grupos de líderes sociales del orden municipal y departamental  e, incluso, representante ante el Concejo Municipal de la ciudad de Ibagué para el periodo 1998-2002.

Aunque no tuvo la oportunidad de cumplir su sueño de ser abogada, porque  debido a las condiciones económicas de su familia abandonó el colegio para empezar a trabajar, inició su vida laboral como secretaria en un almacén de repuestos de carros; luego trabajó en el área administrativa de una fábrica de camisas. Fue precisamente ahí, donde ella confiesa que “le picó el mosquito de lo social” y tuvo la oportunidad de conocer a una socióloga de origen cubano, de quien aprendió bastante y la motivó a iniciar su vida como actor clave del desarrollo comunitario.

Desde aquella época, empezó a hacer parte de distintas redes sociales de mujeres y grupos comunitarios, que le permitieron aprender y gestionar distintos tipos de ayudas para su comunidad. Desde cosas tan sencillas, como pequeños regalos para los niños de los barrios del sur en la época de navidad, hasta ser reconocida como uno de las líderes que promovió la reubicación de los damnificados de la avalancha del río Combeima en el año 1978. En realidad, doña Heddy está convencida de que la promoción del desarrollo en cualquiera de sus esferas, siempre emergerá del trabajo y la articulación que exista entre los distintos representantes y delegados de las comunidades.

 



Este convencimiento le ha permitido, desde el año 2008, orientar sus esfuerzos a trabajar por la garantía del acceso al servicio de agua potable, para los usuarios del Acueducto Comunitario Acuaricaurte, creado hace 54 años, por iniciativa de la comunidad del barrio Ricaurte, que decidió organizarse y reunió $15.000 (de aquella época), compró el terreno y construyó con sus propias manos el acueducto. Esta estrategia de desarrollo social y comunitario surgió como respuesta a la imposibilidad que tenía la empresa de acueducto municipal para  brindarles la cobertura en el servicio. Actualmente, Acuaricaurte es uno de los 17 acueductos comunitarios, ubicados entre las comunas 11, 12 y 13 de la ciudad de Ibagué, que son ejemplo de cómo la articulación y el trabajo mancomunado de los líderes sociales de la zona, puede generar  soluciones pertinentes a los problemas locales.

En efecto, el brindar un servicio de acueducto de calidad, que cumpla con los requerimientos que exige la normatividad, siempre ha sido una de la principales metas de Acuaricaurte; que no se ha podido cumplir del todo, en tanto el agua que se distribuye a cada una de las viviendas de los suscriptores no es potable, debido a que no se cuenta con una planta de tratamiento, que pueda cumplir con esta labor. Unido a lo anterior, el acueducto enfrenta una serie de problemáticas de tipo administrativo y financiero, pues al no suministrar agua potable, no puede cobrar por el servicio que ofrece; tan solo puede facturar una tarifa de $5.000 mensuales por el uso de la red. No obstante, este costo solo es cancelado apenas por el 58 % de los suscriptores; los demás beneficiarios se niegan a pagar por el servicio.

 

Por tal razón, esta problemática que enfrenta el acueducto hizo que doña Heddy empezara a buscar una estrategia o alternativa de solución para la misma.

 

Conocedora del compromiso con el desarrollo regional que tiene la Universidad de Ibagué, se acercó a sus instalaciones. Entonces, a finales del año 2016, la rectora de ese momento, atendió la visita doña Heddy, y escuchó su relato sobre las dificultades que enfrenta el acueducto, e identificó que la estrategia más pertinente para brindar un apoyo desde la Universidad al acueducto, era a través de los estudiantes del Semestre de Paz  y Región.

Desde ese momento ya han pasado 4 semestres en los cuales Acuaricaurte ha contado con la implementación de 3 proyectos: el levantamiento del catastro de redes y de usuarios, la optimización hidráulica de la red del acueducto y  el fortalecimiento del manejo contable de la empresa, liderados  por los equipos interdisciplinarios de estudiantes del Semestre Paz y Región. Para la administradora de Acuaricaurte y para doña Heddy, los estudiantes de Paz y Región “son considerados como hijos, su apoyo es muy valioso y significativo”. Para ellas, los estudiantes han sido incondicionales al momento de desarrollar su proyecto lo que ha permitido que se obtengan resultados significativos.

Además, en Acuaricaurte reconocen que la experiencia Paz y Región ha contribuido a transformar algunas de las necesidades más sentidas del acueducto y que, a su vez, le han dado la oportunidad a los estudiantes para  estar más cerca de la comunidad y de sus problemáticas, brindándole a estos la posibilidad de ejercer un rol más activo como ciudadanos, y por qué no, como promotores del desarrollo.

Por ahora, el sueño de doña Heddy es lograr que en unos años Acuaricaurte tenga su propia planta de tratamiento, que le permita potabilizar el agua y consolidar el proceso de fortalecimiento del área administrativa y financiera. Sabe que para que esto sea posible, será necesario recorrer un largo camino, pero tiene claro que lo conseguirán, porque Acuaricaurte es la fiel muestra de cómo la unión y la articulación social, pueden sacar adelante un proyecto de economía comunitaria que atienda, solucione y dé respuesta a las necesidades y problemáticas del territorio.

Visto 794 veces Modificado por última vez en Martes, 05 Febrero 2019 23:07

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