En el marco de un convenio interinstitucional que permite a los estudiantes de la Universidad de los Andes realizar Paz y Región como modalidad de práctica profesional, los estudiantes uniandinos, Andrea Cabarcas y Nicolás Recalde de los programas de Arquitectura e Ingeniería Ambiental respectivamente, han dejado su huella en el Tolima.

Todo comenzó en el semestre B de 2017, cuando la alcaldía de Chaparral contó con el apoyo de la estudiante de Arquitectura, Andrea Cabarcas Maciá quien lideró el proyecto de Diseño arquitectónico de la casa indígena del municipio de Chaparral. 

La coproducción de conocimiento fue el enfoque metodológico que la estudiante utilizó para la construcción del diseño de la Casa Indígena, a partir de un proceso de acercamiento para comprender la lógica con la cual estas comunidades organizan su existencia a través del conocimiento de los elementos simbólicos, sociales y materiales que componen su vida cotidiana. Este proceso fue insumo para la construcción del diseño, a manera de síntesis de la información encontrada, que se tradujo en espacios arquitectónicos que respetan sus ideologías y un estilo de estructura que identifica a las 11 comunidades Pijao que habitan la región. 

Otra de las experiencias de Paz y Región con la participación de estudiantes de la Universidad de los Andes, se dio en el semestre B del 2018 con Nicolás Alfonso Recalde Gaona, de Ingeniería Ambiental, quien realiza su experiencia en Planadas, en la Asociación Productora de Café y Caña de la vereda San Fermín asociada al medio ambiente (ASCAPIT), que le quiere imprimir a sus productos el sello de la sostenibilidad medio ambiental en la producción del café, a partir de prácticas que garanticen la trazabilidad del fruto y la sustentabilidad del medio ambiente y los ecosistemas nativos de la región.

En este escenario, Nicolás encontró la oportunidad de adelantar su práctica acompañando los procesos de preparación de auditorías ambientales para certificaciones como RainForest. Para ello, realiza visitas a cada una de las fincas de los asociados para conocer, no solo el estado de las mismas y generar propuestas de mejora que garantice condiciones más óptimas para la producción, sino también para identificar las dinámicas de vida en las que se encuentran los campesinos de la región.

Para Nicolás la experiencia representa un acercamiento a la vida cotidiana de los productores colombianos, que propicia la sensibilidad ante los retos que cada uno de los habitantes rurales del país deben afrontar Por eso, en aras de la reciprocidad equilibrada aprendizaje/aporte, ha decidido realizar un proyecto que tomará en cuenta el vivero que tiene la Asociación, para comenzar todo un plan de reforestación de la zona, a través de la implementación de barreras vivas en los cafetales, con dos propósitos: primero, ayudar a la región con los planes de recuperación de especies nativas, y segundo, que ASCAPIT sea reconocida como una organización comprometida con el medio ambiente.

En realidad, estos escenarios de aprendizajes que promueve el Semestre Paz y Región resultan una experiencia de crecimiento personal y profesional para los estudiantes, ya que los involucra con las dinámicas reales del territorio y los invita a generar aportes desde sus carreras para el desarrollo de la región, entendiendo, eso sí, al territorio en medio de sus complejidades, y reconociendo a sus habitantes y la relación que estos tienen como elementos cruciales, a la hora de desempeñar sus labores como profesionales comprometidos con el desarrollo regional.