Miércoles, 16 May 2018 22:57

Pensionado y feliz gracias a la ciencia

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Enrique Forero González


Su pasión:

Investigación en botánica

Sueño cumplido

Ser director de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional


La ciencia, la tecnología y el medio ambiente tienen en la figura del botánico Enrique Forero González, nacido hace 75 años en Bogotá, uno de sus mejores defensores y críticos en procura de mejores condiciones para su presente y su futuro en el país, no solo desde su papel como presidente desde 2013 de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales sino, además, como un profesional vinculado con la investigación desde sus años como universitario.

Se formó profesionalmente en la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, pero su periplo lo ha llevado por Estados Unidos, donde ha trabajado en los jardines botánicos de Nueva York y Missouri -este último como Director de Investigaciones-, y Brasil, donde fue consultor internacional en el Centro de Recursos Genéticos en la capital, Brasilia. Aun así, en su país natal está su campo de acción.

En Colombia, por ejemplo, cumplió su “sueño de toda la vida”: ser director de la Facultad de Ciencias de la UN, hasta cuando, por decisión del Rector, fue nombrado decano, el último del siglo XX, de 1996 a 2000, experiencia que fue muy positiva. “Una de las cosas que más me satisfacen en la vida es andar por ahí, por el campus de la Universidad, pensionado, sin que haya gente que me salude ‘Señor Decano…’, o que haya profesores que digan que mi decanatura fue buena. Eso es satisfactorio”, confiesa.

Es, precisamente, un feliz pensionado gracias a la ciencia. Luego de obtener su jubilación, en 2003, continuó al servicio de la botánica a su manera, a su tiempo, paseándose por el Herbario Nacional y con la publicación de dos libros que hacen parte de su vasta producción bibliográfica, producto de dicha rutina de investigaciones. “Me pensioné cuando tenía 60 años, entonces siempre pensé que tenía que dejar un espacio a los jóvenes”.

Toda esa experiencia le ha valido formarse un nutrido concepto alrededor de cómo está la ciencia en el país, lo que falta y lo que pueden hacer los próximos gobernantes, sobre todo el que regirá desde este 7 de agosto, para que los colombianos volvamos a transitar la senda de una numerosa investigación con el apoyo presupuestal suficiente, y más desde su actual cargo directivo, que asumió tan solo algunos años después de haber pertenecido como un simple voluntario.

Su interés, la ciencia regional

Más allá de abogar por el reverdecimiento de la cultura científica en Colombia, Forero González guarda un interés mucho mayor, que parecería utópico, pero que es posible: lograr que la ciencia se desarrolle en las regiones.

 

 

Por eso, viajo por el país. He estado en muchas ciudades dictando conferencias y organizando programas en las universidades en conjunto con la Academia”.

 

Precisamente, la Universidad de Ibagué se ha constituido en un punto interesante en su agenda, por ello la visitó y se enamoró de ella. "La acabo de conocer y estoy gratamente sorprendido de las cosas que hace, tanto así que debería llamarse la Universidad Experimental de Ibagué, porque aquí desarrollan una serie de cosas que no se hacen en otras partes. Todo el mundo dice que hay que hacerlo y no lo hace, pero aquí sí. Además, visité los laboratorios y me gustaron muchísimo”, cuenta. 

En resumen, luego de cumplir su visita a nuestro campus se declara muy contento; por ello, asegura que será la primera de muchas visitas, porque su propósito es conseguir un programa de largo plazo de colaboración entre la Academia y la Universidad, labor que tendrá como punto de partida diálogos con la vicerrectora Diana Carolina Velasco y el rector Hans-Peter Knudsen.


Todo lo anterior, para responder a su interés personal y profesional, que se basa en el desarrollo de las ciencias exactas, físicas y naturales. “En la Academia nos preocupamos por lo que tiene que ver con el mejoramiento de la enseñanza, de ahí que tenemos programas y expertos académicos que se preocupan por el medio ambiente y por la historia y la filosofía de la ciencia”, comenta.

Es muy estrecha la relación que guarda Forero González con la Academia, pues en 2011, cuando sabía que su trabajo particular como investigador no debía ser la “única forma de pasar el tiempo”, ingresó como miembro. Quería servir de alguna manera y lo consiguió mucho más, cuando en 2013 fue elegido Presidente, cargo al que él mismo se postuló y en el que fue reelegido en el periodo 2016 - 2019.

Así también, es muy clara su postura en relación con lo que la Academia es como ente ajeno a toda lucha política, y más a raíz de los comicios venideros, por ello enfatiza que esta “se dirige a todos los candidatos por igual, porque nos importa que el que llegue se preocupe por la ciencia, la tecnología, la investigación y el medio ambiente y los entienda. A mí no me importa quién los use: lo que importa es que todos los usen”.

De ahí, que uno de los ideales de Enrique Forero González, a través de esa institución reconocida formalmente en 1933 y de su trabajo particular con el plus de la correría por espacios académicos del país, es que la sociedad tenga de nuevo ese modelo de científico nativo como lo fue, en su momento, Francisco José de Caldas: “Esos investigadores que se formaron solos y llegaron a ser grandes”.

Por: Hernán Camilo Yepes, Productor de Contenidos, Unibagué.

Visto 499 veces Modificado por última vez en Martes, 22 May 2018 20:45

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